Asediar el mundo, recolectar experiencias.

En torno a Cuadernos del merodeo de Gustavo Fontán (Cielo Invertido Ediciones, 2024, Córdoba, 104 págs.)

Santiago Mariñas Pequeño

Universidad del cine, Argentina

Fecha de recepeción: 20/08/2024

Fecha de publicación: 31/08/2024

Me hundo yo mismo en el abismo de la naturaleza.

(El concepto de ficción, Juan José Saer)

Cuadernos del merodeo es a primera vista un cuaderno de rodaje, un hermoso libro-objeto donde confluyen apuntes sobre películas acabadas (La terminal1), esbozos de guiones inéditos (la ficción Ramón Vázquez y la transposición de la novela homónima de Juan José Saer, Nadie nada nunca), citas de autores, imágenes y muchas flores. No obstante, su maravilla reside en lo que se nos permite entrever, en aquella fugacidad que se encuentra en el centro mismo de cada uno de esos fragmentos heterogéneos que lo componen: una praxis poética. Con estos Cuadernos del merodeo Gustavo Fontán clausura la trilogía que tuvo su inicio con Maraña. Escritos sobre cine y continuó luego con Del Natural. Cuadernos de trabajo, donde el autor expone una poética centrada en la experiencia. Una experiencia ligada a la relación disonante entre el autor y el mundo, donde la percepción se des-automatiza y transita en el terreno de lo inefable, de lo epifánico, de lo inasible. Se nos presenta así un mundo rasgado, como Fontán lo llama, donde “ya no estamos frente a una belleza de postal ni a un conocimiento univoco sobre el mundo, sino frente a la experiencia de los saberes delicados, disruptivos, perturbadores”2. Es así como podemos pensar la poética cinematográfica de Fontán ligada a una idea propia de la experimentación que deviene de un intento de transponer un tipo de percepción literaria al cine3. En otras palabras, ese intento por restituir en el cine esa experiencia propia de lo literario nos devuelve un tipo de percepción sin ataduras, ya no regida por los imperativos del mercado, y que nos revela (de ahí su potencia epifánica) la opacidad y la inarmonía del mundo, su rasgadura. Es la imagen del cuerpo de Wenceslao bajo el agua transformado por la refracción de la luz solar en El limonero real4, o ese río que deviene una amalgama de luces y colores en el momento en que su imagen del pasado se funde con su imagen del presente en La orilla que se abisma5.

Página de Cuadernos del merodeo, de Gustavo Fontán (2024)

Ahora bien, como ya hemos señalado, la singularidad que yace en Cuadernos del merodeo se vincula con la posibilidad de ver frente a nuestros ojos el despliegue de una praxis poética. Fontán recupera una serie de experiencias vividas que de alguna manera están en el origen de cada uno de sus proyectos fílmicos, y cada una de ellas es intervenida por un lenguaje que les restituye su dimensión poética. La heterogeneidad de impresiones (del mundo) que el autor recolecta son trabajadas a partir de un montaje que tiende a la fragmentación. “Nos interesa lo inacabado, nos interesan los fragmentos que concentran una emoción”6 , escribe el cineasta a propósito del rodaje de La terminal. Este parecería ser el criterio de recolección, que es también una idea particular de lo poético: “es del orden de lo incompleto y de la incomodidad, es decir materia de la poesía”7. Fontán asedia el mundo, lo merodea en busca de estas impresiones que luego son mediadas por el uso del lenguaje. La experiencia del merodeo conlleva a su vez una dimensión ligada a la espera, un estar a disposición del mundo hasta que este nos devuelva el favor de una imagen. “Por esa callecita subimos y bajamos, vamos y venimos para ver qué aparece. Hasta alcanzar la forma”8, puede leerse escrito en puño y letra por el propio Fontán. Alcanzar la forma es, en consecuencia, cifrar un lenguaje que permita exponer la fragilidad del mundo y, por tanto, su belleza. Ese lenguaje, ese trabajo con la materialidad de la lengua, está ligado a una forma de la poesía. El hecho de que Cuadernos del merodeo no esté escrito en verso es anecdótico frente a su potencia de extrañamiento de aquellos fragmentos de realidad cotidiana, que una vez hendidos por la fuerza del lenguaje dejan percibir aquello que subyace en la superficie de lo real.

Fotogramas de La orilla que se abisma, de Gustavo Fontán (2008)

Es preciso destacar ahí la preponderancia que el autor le otorga al trabajo con la luz. Cada una de las experiencias que recoge el libro, parecen estar atravesadas por un tratamiento singular de la luz: “La luz es la que define los contornos, la que crea y moviliza las sombras – siempre es luz y sombra -, pero también es la visión cegada, las fosforescencias infinitas y móviles de la luz en el rio y en los cuerpos, que transforma la materia en masas vibrantes con la posibilidad de desintegrarse”9.Una mención aparte merece el trabajo que Fontán hace sobre las flores. El libro recopila una serie de imágenes y dibujos de flores que el autor fue recolectando a lo largo de su proceso creativo. Flores pintadas sobre páginas en blanco, flores reales pegadas sobre fondos pintados de color, flores pintadas sobre fondos coloreados; una puesta en práctica del uso de la luz para expandir las posibilidades de la visión y la poesía. Una ofrenda al lector para incitarlo a ver el mundo con otros ojos, como en el cortometraje de Claudio Caldini10; pero cuando en este último esa otra visión estaba posibilitada por las estrategias propias de un cine estructural11 donde la manipulación técnica es una condición definida a priori de todo registro, en Fontán es la percepción (fuertemente influenciada por la literatura) la que nos coloca a través de la experiencia, frente a un mundo que puede (o no) devolvernos una imagen de la incompletud, de la inarmonía que desacomoda nuestros sentidos en virtud de la posibilidad de una vida bella, emancipada, libre.

Página de Cuadernos del merodeo, de Gustavo Fontán (2024)

Referencias bibliográficas

Bernini, Emilio. “Una percepción literaria en el cine. En torno a Maraña. Escritos sobre cine”. Disponible en https://verpoder.com.ar/2021/08/09/una-percepcion-literaria-en-el-cine-en-torno-a-marana-escritos-sobre-cine-de-gustavo-fontan/

Fontán, Gustavo. Cuadernos del merodeo. Córdoba: Cielo Invertido Ediciones, 2024.

Fontán, Gustavo. Maraña. Escritos sobre cine. Buenos Aires: VerPoder Ediciones, 2021.

Sitney, P. Adams. Visionary Film: the American Avant-Garde, 1943-2000. Nueva York: Oxford University Press, 2002.

Filmografía

Caldini, Claudio: Ofrenda, 1976.

Fontán, Gustavo: La orilla que se abisma, 2008.

Fontán, Gustavo: El limonero real, 2016.

Fontán, Gustavo: La terminal, 2023.


1 Fontán, La terminal.

2 Fontán, Maraña. Escritos sobre cine, 13.

3 Sigo aquí las ideas de Emilio Bernini en Una percepción literaria cine.

4 Fontán, El limonero real.

5 Fontán, La orilla que se abisma.

6 Fontán, Cuadernos del merodeo, 31..

7 Fontán, Maraña. Escritos sobre cine, 61.

8 Fontán, Cuadernos del merodeo, 28.

9 Ibid., 83.

10 Caldini, Ofrenda.

11 Sigo aquí la noción de cine estructural propuesta por P. Adams Sitney en Visionary Film.

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