Cinco años después del golpe de Estado de 1955, la opinión pública argentina fue sacudida por una serie de noticias político-policiales dedicadas a la aparición de grupos armados juveniles de diversas corrientes ideológicas. La industria cinematográfica nacional, a la par de la prensa, participó en la construcción de este fenómeno y estrenó una serie de películas policiales que tuvieron a estos grupos en el centro de sus narrativas. Enmarcado en lo que el Heraldo del cinematografista definió como la tendencia del “cine periodístico”, este corpus audiovisual elaboró sus ficciones a partir de casos reales ampliamente conocidos por el público de masas por su tratamiento en la prensa gráfica nacional. El presente artículo afirma que, mediante el empleo de ciertos códigos del film noir, estas películas construyeron junto con la prensa a los jóvenes guerrilleros como individuos desideologizados, violentos y psicológicamente inestables capaces de generar el terror en la sociedad. Para eso, se analizará la película Con gusto a rabia de Fernando Ayala y su vínculo con el periodismo. Estrenada en 1965, esta película fue escrita por los entonces periodistas Luis Pico Estrada, Sara Gallardo y Carlos Izcovich, y se basó en el asalto al Policlínico Bancario llevado a cabo dos años antes por el Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara.